¿Cómo ha respondido el gobierno ante estas expresiones?
¿Se han trabajado las políticas públicas sobre juventud, de manera que las inquietudes de los y las jóvenes tengan cabida en las acciones de gobierno en tu país?
Me
parece que existe un elemento importante para considerar las nuevas relaciones
sociales de las juventudes que es la desigualdad social, ello genera la
construcción de distintas formas de “comunicar” el descontento o desencanto
ante condiciones sociales de extrema desigualdad, en donde las y los jóvenes no
determinan claramente su papel frente a contextos económicos y políticos que
parece ser no toman en cuenta dicha condición.
En
el contexto político, me parece que la “segregación” actual en el que se
encuentra sustentado está generando en las juventudes el rechazo hacia temas
que han sido cooptados por los grupos políticos que y abordados desde visiones
muy reducidas y terminan encajonándolas en políticas y programas de gobierno
inoperantes o sin mayor impacto para las y los jóvenes asunto que genera un
alejamiento de “la política” y con ello “nuevas formas” de agruparse para
entonces manifestar su interés en causas sociales, culturales o de grupo,
Marcial lo describe con claridad: “Por lo anterior, me parece pertinente hablar
de culturas juveniles para referirse a las formas de agregación, participación,
relación y expresión de aquellos jóvenes que se desmarcan abiertamente de los
referentes culturales oficiales”. Tal es el caso de la película que analicé;
“Green street holligans” en ella queda claro como los contextos de
socialización son muy importantes para definir su “identidad” y la influencia
de su ámbito social sobre las decisiones y apropiaciones que realizarán, así como
los grupos de pares y sus propias definiciones generacionales, los actores de
la película son jóvenes que han encontrado en la violencia su expresión más
profunda para afirmarse como grupo, construir su identidad y para retar el mundo de la autoridad, para
los personajes de la película temas como la integración al mercado productivo
que exige un componente “aspiracional” y de competencia ha quedado fuera de sus
alcances y con ello la resignifcación de
su sentido social ha quedado sujeto a contextos fuera del terreno institucional
en donde el grupo de pares, el desinterés por “lo político”, el sentido de pertenencia, la definición de
identidades y causas comunes cobra un
sentido prioritario para las juventudes que ahí se representan. De pronto vemos
al personaje protagónico haciendo profundas reflexiones internas sobre su
contexto social y sus sentimientos respecto a las nuevas experiencias vividas y
su sentido de pertenencia y reconocimiento social.
Las
nuevas relaciones sociales en las juventudes, tiene que ver con realidades
contemporáneas, en donde los intereses juveniles están inscritos en nuevos
esquemas valorativos, en nuevas necesidades ante su propia identidad y sobre
todo en esquemas donde la institucionalidad actual ya no es suficiente, ya no
les dice nada sobre sus esquemas y sus formas de organizarse. Me llama mucho la
atención el tema de la violencia como “el leguaje” de muchas juventudes y por otro lado, el
constante reclamo por los derechos humanos, como un tema que toca las fibras
más sensibles de las juventudes y con ello expresiones culturales de diversos
tipos como el grafiti, el teatro, el performance.
Otra
manifestación de las nuevas relaciones sociales en las juventudes es su respuesta ante la expulsión de la vida
familiar al sentir que no comparte los puntos de vista o las forma de convivencia
impuestas por su entorno y con ello la falta
de comunicación e identificación con la madre, el padre o los miembros con los
que viven los jóvenes lo que genera nuevas dinámicas ante su grupo y su
entorno, tal es el caso de la pertenencia a pandillas o grupos.
Rogelio
Marcial lo expresa muy bien en el siguiente párrafo “Considerar que son ellos
los que más pueden decir sobre las “fallas del sistema” resulta negado ante una actitud jerarquizada
y jerarquizante sobre el conocimiento social y las diferencias generacionales.
El trabajo interpretativo en este sentido aún está por hacerse (no niego
avances en ello) y rehacerse (por las continuas experimentaciones y las
cambiantes tendencias culturales entre los jóvenes)”. En este contexto habrá
que valorar las “tendencias” culturales de las juventudes y valorar su
inclusión en lo social, sobre todo cuando hablamos de políticas públicas y
programas de gobierno dirigidos a ellas.
Me
parece que en el tema de las nuevas relaciones sociales de las juventudes
todavía hay mucho por analizar y contextualizar aún, sin embargo, un elemento que considero debería regir dicho
análisis es el desencanto por la institucionalidad actual y sus formas de
acercamiento con ellos.